¿Quieres disfrutar de más energía? ¿Buena salud? ¿Más satisfacción, optimismo y alegría?
Lo que cuesta vale, es decir que para lograr los resultados que más quieres y anhelas, como decimos en Latinoamérica “hay que ponerse las pilas”.
Una gestión inteligente personal hace de un líder normal, un líder extraordinario. El Episodio de hoy se basa en algo que hay que repetir una y otra vez en la vida, se resume en la conocida frase “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Se trata de un recurso que está a tu disposición y refuerza una y otra vez la convicción en tu vida de que Estás mejor de lo que piensas.
Lo más valioso de este concepto es que no cuesta nada. En épocas de vacas flacas que inevitablemente se presentan en la vida tanto a nivel interno como externo, es importante recordar que lo mejor que podemos hacer es probar y hacer algo.
A Dios rogando y con el mazo dando. Es necesario actuar, probar, esforzarse, hacer algo al respecto de cualquier situación adversa que se presenta y ante cualquier obstáculo que nos ponga la vida.
No es suficiente desear, aunque es un MUY BUEN comienzo. Tampoco es suficiente—aunque sí indispensable—tener fe y confianza. Es excelente desear y tener fe, es maravilloso, y mucho menor que ser pesimista o realista a tal extremo que no dejas lugar a lo providencial, a lo inesperado porque puede te ciegue ante oportunidades, por estar inmerso en un realismo pesimista.
Tampoco se trata de soñar, desear, rogar de la manera que acostumbres hacerlo. Napoleon Hill lo plantea con detalle en su libro “Piense y vuélvase rico”, y lo voy a decir en términos muy sencillos y al grano…
Puedes desear, anhelar y con fervor lograr algo, puedes hacerlo con una fe demoledora y creer que es posible lograrlo, pero si no haces algo al respecto, hasta ahí llega el efecto del deseo y la fe.